El mundo de los juegos de mesa está en constante expansión. Cada año surgen nuevas propuestas con mecánicas innovadoras, diseños deslumbrantes y temáticas que prometen horas de diversión. Sin embargo, también llega el momento en el que, como coleccionistas, debemos tomar decisiones sobre los juegos que ocupan espacio en nuestras estanterías y en nuestras vidas.
En este artículo, exploraremos la experiencia de vender juegos de mesa, los motivos que nos llevan a desprendernos de ellos y cómo estas decisiones pueden redefinir nuestra relación con el hobby. Si alguna vez te has preguntado por qué alguien vendería un juego que parecía perfecto o qué juegos merecen quedarse, sigue leyendo.
La realidad detrás de las ventas de juegos de mesa
Vender un juego de mesa no siempre es una decisión fácil, especialmente si se trata de títulos que en su momento nos entusiasmaron. Sin embargo, hay varias razones comunes que justifican esta decisión:
- Falta de espacio: A medida que crece una colección, el espacio se convierte en un recurso limitado. Juegos voluminosos que no ven mesa frecuentemente suelen ser los primeros candidatos a salir.
- Cambio de gustos: Nuestros intereses en los juegos evolucionan con el tiempo. Lo que antes nos apasionaba puede ahora parecer repetitivo o poco emocionante.
- Baja jugabilidad: Algunos títulos, aunque sean visualmente atractivos o tengan buenas críticas, no logran conectar con nuestra mesa de juego.
- Dinero para nuevas adquisiciones: La venta de juegos ayuda a financiar la compra de nuevos títulos, manteniendo la colección actualizada y emocionante.
Análisis de algunos juegos que he vendido
Dinosaur world: un parque de atracciones que no despegó
Este juego, que promete una experiencia envolvente en la gestión de un parque de atracciones jurásico, llegó a mi colección como un regalo lleno de ilusión. Con un diseño visual impecable y una temática que me apasiona, parecía ser el juego perfecto. Sin embargo, tras un par de partidas, quedó claro que no iba a tener un lugar recurrente en mi mesa.
¿Qué falló?
A pesar de su buena rejugabilidad en teoría, las partidas se sentían demasiado similares. Además, su tiempo de preparación y su curva de aprendizaje no justificaban las pocas oportunidades que tenía para jugarlo.
Vender este juego fue difícil porque no solo era bonito, sino que tenía valor sentimental. Sin embargo, alguien más lo disfruta ahora, y yo gané espacio para otros títulos.
The white castle: un diseño prometedor que perdió fuerza
Desarrollado por autores españoles y con una presentación visual atractiva, este título capturó mi atención desde el principio. Sin embargo, tras varias partidas, comenzó a mostrar su lado repetitivo.
¿Por qué lo vendí?
A medida que jugaba más, sentí que las opciones estratégicas eran limitadas y que el juego no ofrecía suficiente profundidad para mantener mi interés. Aunque es un juego sólido, para mí no superaba a otros títulos de mi colección.
Agrícola: la tensión de buscar comida no es para todos
Agrícola es un clásico indiscutible de los juegos de mesa euro, conocido por su profundidad estratégica y su capacidad para generar decisiones significativas. Sin embargo, decidí venderlo debido a su característica más notable: la tensión constante por reunir comida para alimentar a tu familia.
¿Por qué lo vendí?
Aunque la presión por conseguir recursos es parte del encanto de Agrícola, también puede ser una experiencia agotadora, especialmente en partidas donde sientes que vas detrás desde el principio. Esta constante carrera para cumplir con la alimentación terminó generándome más estrés que diversión. Si bien es un juego brillante y bien diseñado, preferí juegos que ofrecieran una experiencia más relajada o con menos penalizaciones.
Ark nova: grandes proyectos, poca interacción
Cuando Ark Nova llegó al mercado, captó rápidamente la atención de muchos por su mezcla de mecánicas inspiradas en Terraforming Mars y su originalidad temática al gestionar zoológicos. Aunque el juego es sólido y tiene un diseño atractivo, descubrí que su falta de interacción entre jugadores le restaba emoción en mis partidas.
¿Por qué lo vendí?
En Ark Nova, cada jugador parece centrarse en su propio tablero, optimizando su zoológico y construyendo estrategias casi de manera independiente. Aunque esto puede ser ideal para quienes disfrutan de juegos más solitarios, yo prefiero títulos donde las decisiones de los demás impacten directamente en las mías. Después de varias partidas, sentí que la experiencia carecía de dinamismo y opté por venderlo en favor de juegos con más interacción.
Hansa teutónica: demasiado abstracto para mi gusto
Hansa Teutónica es un juego euro minimalista que ha sido elogiado por su elegancia mecánica y su enfoque en la construcción de rutas y la competencia por espacios. Sin embargo, tras algunas partidas, llegué a la conclusión de que este juego era demasiado abstracto para mi estilo de juego.
¿Por qué lo vendí?
Aunque Hansa Teutónica ofrece una experiencia estratégica robusta, carece de un tema inmersivo que lo haga memorable. Las mecánicas son el centro del juego, pero no logré conectar emocionalmente con ellas. Para mí, un buen juego no solo debe desafiar intelectualmente, sino también ofrecer un mundo o historia que me atraiga. Finalmente, lo sustituí por juegos que combinan profundidad estratégica con una temática más envolvente.
Cuando la tecnología supera al tablero
Algunos juegos, como Through the Ages, presentan un problema común: la gestión manual de recursos y las mecánicas complicadas pueden hacer que la experiencia física sea menos atractiva que su versión digital. Aunque este título es un clásico 4X que admiro profundamente, su aplicación móvil ofrece una experiencia más ágil y práctica.
¿Es necesario mantenerlo en físico?
En este caso, la respuesta fue no. La aplicación digital cumple con todas mis expectativas sin ocupar espacio físico, lo que me llevó a vender el juego de mesa con menos remordimientos.
Cómo decidir qué juegos mantener y cuáles vender
Las colecciones de juegos de mesa son como seres vivos: crecen, cambian y evolucionan. Parte de disfrutar este hobby consiste en aceptar que no todos los juegos son para siempre. Aquí hay algunas preguntas clave que puedes hacerte antes de decidir vender un título:
- ¿Con qué frecuencia lo juego? Si un juego lleva años sin salir a mesa, es una señal de que podría encontrar un mejor hogar. Una buena opción para controlar esto es apuntar las partidas en la BGG a través de las diferentes aplicaciones que existen.
- ¿Hay alternativas mejores? Algunos juegos son reemplazados por otros que hacen lo mismo, pero de manera más innovadora o divertida.
- ¿Aporta algo único a mi colección? Si un juego es único y se disfruta aunque sea ocasionalmente, podría valer la pena conservarlo.
Consejos para vender juegos de mesa
- Evalúa el estado del juego: Asegúrate de que todas las piezas estén completas y en buen estado.
- Establece un precio justo: Considera el precio original, la condición actual y la demanda.
- Elige la plataforma adecuada: Grupos de Facebook, foros especializados y aplicaciones como Wallapop son excelentes opciones.
- Sé honesto: Si un juego tiene algún defecto, menciónalo en la descripción para evitar malentendidos.
Vender juegos de mesa no es solo una forma de liberar espacio o financiar nuevas compras; también es un proceso de autoevaluación como jugador. Nos invita a reflexionar sobre nuestras preferencias, nuestras prioridades y cómo queremos disfrutar este hobby. Aunque a veces puede ser difícil despedirse de un título, la satisfacción de ver cómo alguien más lo disfruta compensa ese vacío.
El ciclo de los juegos en una colección es parte de lo que hace emocionante este pasatiempo. Nos permite descubrir nuevas joyas y aprender a valorar las experiencias que realmente enriquecen nuestras mesas. Así que no temas vender lo que ya no necesitas, porque en este mundo siempre habrá un juego esperando ocupar ese espacio.
¿Es mejor vender juegos en línea o en tiendas físicas?
Depende de tus necesidades. Las tiendas físicas suelen ofrecer una venta rápida, pero a menudo pagan menos. Vender en línea puede requerir más tiempo, pero podrías obtener un mejor precio.
¿Qué hago si no sé cuánto vale un juego?
Consulta sitios web como BoardGameGeek o plataformas de reventa para comparar precios y determinar un valor justo.
¿Debo vender un juego si tiene valor sentimental?
Eso depende de tu apego emocional. Si crees que no lo jugarás más, pero aún significa mucho para ti, podrías considerar guardarlo como recuerdo.